Indicaciones durante la estancia en el puesto de caza

Cuando nos dirigimos al puesto, es primordial hacerlo en el mayor silencio posible y haciendo el mínimo ruido posible al andar. Así evitaremos, en la medida de lo posible, ser detectados por las piezas de caza y correr el riesgo de que huyan.

Una vez en el puesto de caza, es muy recomendable localizar al resto de compañeros de montería o batida e indicarles nuestra posición exacta.

Ya en el puesto, mediante los prismáticos miraremos toda la zona visible desde nuestro puesto y esto nos permitirá ver y localizar compañeros de caza, ver veredas, posibles caminos para la marcha etc.

Acto seguido procederemos a cargar la escopeta y prepararemos todo lo que podamos usar en el trascurso de la montería o batida, es decir, nuestros cargadores y la munición adicional, dejándola en un lugar de rápido acceso sin perder de vista ni un minuto el entorno del puesto.

Es aconsejable que los teléfonos móviles estén en silencio. En el monte, el sonido de un teléfono es audible por los animales a mucha.

Una buena práctica es que nos pongamos 3 o 4 balas en un lugar de rápido acceso, las cuales servirán sólo para cuando debamos realizar una carga rápida de la escopeta.

Cuando hayamos abatido a un animal, no nos moveremos del puesto para ir a verla: esa tarea la realizaremos al acabar la montería y con previa notificación a los puestos de al lado para que sean conscientes de que esa pieza es nuestra. Recordaremos mentalmente el lugar donde ha caído la pieza para después poder ir a recogerla.

Al finalizar el día de caza debemos recoger todo lo desechable que hemos generado y ahí están incluidas las vainas vacías de los cartuchos disparados. Debemos sensibilizarnos con el medioambiente y tenemos que dar ejemplo.

¿Qué me llevo al puesto?

Nuestra recomendación es llevemos: Munición, comida y agua, prismáticos, ropa, cuchillo y navaja, silla, bolsa para recoger los desechos y, como no, nuestra documentación personal y la de las armas.

Comportamiento en el puesto

Cuando veamos que se acerca una pieza a los puestos, no disparemos antes de tiempo: fijarnos que no se dirija a otro puesto y molestemos a otros. Respetemos la entrada de las piezas y dejémoslas cumplir.

Al no precipitarse en el tiro tenemos más tiempo para juzgar si la pieza nos interesa o no y nos permite su mejor abatimiento sin que la pieza sufra.

En ocasiones el primer disparo es nuestro, pero abatir la pieza lo hace otro montero, en este caso, avisamos al montero para hablar al final de la cacería.

Como consejo último, si llevamos lo necesario y respetamos a los demás, disfrutaremos el día de caza al máximo.