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El jabalí se extiende por muchas áreas españolas, no sólo en España sino también en la mayoría de países europeo. En España son un grave peligro en carreteras, huertos e incluso en ciudad donde han perdido el miedo y se les ve correteando por las calles con el peligro que ello conlleva. La caza, es una de las mejores, sino la mejor, manera de controlar su sobrepoblación.
Por lo tanto, la caza del jabalí es el top de la caza mayor en España y se puede hacer en las modalidades de:
- Gancho. Es una modalidad similar a la montería, con un número de cazadores no superior a quince.
- Batida. Es una modalidad de caza similar a la montería, en la que la acción cinegética se realiza exclusivamente sobre jabalíes.
- Montería. Es la modalidad española de caza mayor por antonomasia en la dehesa y el monte mediterráneo en general, además de suponer un bien de interés cultural, ya que únicamente se realiza este tipo de caza en dichos ecosistemas.
- Aguardo o espera. Practicada por un solo cazador, quien, provisto de medios de caza autorizados, espera en un puesto fijo a que las piezas se pongan a su alcance con el fin de capturarlas.
- Con perros de agarre. La función del perro de agarre está implícita en su nombre: agarrar, sujetar a la res, ponerla a disposición del montero.
- Traílla con perros. La caza del jabalí a traílla consiste en buscar rastro, cortarlo, seguirlo y ubicar su situación.
Vamos a hablar sobre las 3 modalidades más clásicas de cazar jabalís. La espera requiere de paciencia, resistencia al clima y una voluntad de hierro para no moverse del sitio. La montería exige de energía resistencia física. Y, por último, el rececho es para aquellos más astutos y persistentes.
Montería
La montería consiste en cerrar una determinada extensión de terreno, generalmente de sierra y/o dehesa, con un número acorde de cazadores colocados estratégicamente en lugares de paso y huidas naturales de los animales.
Posteriormente, se procede a soltar los perros de manera simultánea, con la finalidad de batir al animal.
• Los perros son los principales elementos de la caza de montería, ya que se ocuparán de encontrar y de acosar a la presa, guiando el camino al cazador. Por esta razón, es muy importante elegir la raza de perro adecuada. Las mejores razas son los mastines y los podencos.
• El primer tiro que se realiza sobre el animal es el más importante y en ello no solamente influye la puntería del cazador, sino también el cartucho que se utiliza. Recuerda que en montería se dispara a una distancia mínima de 20 metros, por lo que la bala debe ser lo más dura posible.
• Si erramos y no conseguimos abatir al animal, intentará huir. Por eso, es fundamental afectarle lo más posible para que, en caso de huida, no pueda llegar muy lejos.
Espera
La modalidad de la espera del jabalí es una de las más apasionantes. No es una modalidad sencilla, pero con ciertos conocimientos sobre el animal y experiencia en ello, podemos llegar a tener éxito. En este tipo de caza es muy importante ser muy silencioso para no alertar al animal de nuestra presencia, tener en cuenta la dirección del viento y actuar con seguridad.
• Utiliza cebo: para cazar al jabalí podemos usar un cebo que lo atraiga, como maíz o un animal muerto. Hay que tener en cuenta que se trata de un animal muy desconfiado, pero cuenta con una memoria excelente, por lo que, si aprovechamos esto en nuestro favor y ponemos comida, volverá al mismo lugar.
• Elegir un buen lugar para la espera: busca un lugar en el que haya abundancia de huellas de ida y vuelta para saber cuál es el escenario en el que se mueve y tener la seguridad de que en cualquier momento puede volver a pasar por la zona. Por la noche, uno de los mejores lugares son los campos arados, donde se ven mejor las huellas. Recuerda que el jabalí suele marcar más las pezuñas delanteras que las traseras.
• Conoce el comportamiento del jabalí: Resulta difícil predecir cómo se comportará el animal y si erramos, solamente conseguiremos que el animal sea más difícil de cazar. Por la noche su comportamiento suele ser más rutinario que durante el día, pero es importante que tengamos una idea del rastro y que llevemos unos buenos prismáticos.
Rececho
También es posible la caza del jabalí mediante la modalidad de rececho. Esta modalidad puede llevarse a cabo todo el año y consiste en la búsqueda de la pieza por parte del cazador sin ayuda de ojeadores. El objetivo es buscar un animal en concreto por su trofeo o simplemente para darle caza, llevando a cabo un acercamiento silencioso para abatirlo. Generalmente se practica a pie y en ella solamente participa el cazador y un guarda que supervisa la cacería. Aunque en muchos casos también se requiere de un auxiliar para el transporte de los animales.
• Importante conocer bien el terreno, el comportamiento de los animales, su abundancia y su localización. Una labor en la que el guarda juega un papel muy importante.
• Es recomendable utilizar prismáticos, tanto para localizar la pieza como para llevar a cabo el disparo. Por eso, en este tipo de modalidad, es habitual que las armas cuenten con una mira telescópica, de manera que el cazador pueda abatir al animal que puede encontrarse a una gran distancia.
• Una vez que el cazador ha localizado la pieza que desea abatir, llega el momento de la aproximación, que siempre debe realizarse con viento a favor para evitar ser delatados por el olor. El disparo solamente debe efectuarse una vez que hemos alcanzado la distancia adecuada. De lo contrario, podemos equivocarnos y terminar alertando al animal de nuestra presencia, por lo que huirá asustado para ponerse a salvo.